A veces simplemente basta armarse de paciencia, sentarse en la puerta de la casa, y esperar ver pasar… a la realidad.
Cuando un mes atrás escribí “callejeros: TC2000 en Ciudad de Buenos Aires”, mi posición contraria a la realización de este evento se basaba en dos aspectos. La violación de los derechos de los frentistas afectados con todos los riesgos potenciales de daños a personas y bienes, y la potencial baja calidad técnica de una competencia desarrollada en esos espacios.
También marcaba mi desconfianza ante situaciones sacadas de la galera de dirigentes a mi parecer desesperados por “calzar una fecha” en el calendario, cuando no pudieron hacerlo en tiempo y forma en los espacios más adecuados.
Al anuncio hecho en ese momento por la categoría con la autorización del Municipio, hoy hay que contrastar la declaración oficial de una de las principales autoridades del gobierno de la ciudad, el subsecretario de deportes, Francisco Irarrazabal, que anunció este fin de semana la postergación de la prueba.
Centro mi atención en un párrafo de sus declaraciones, pues me parece central: “SIC” “creemos que si, hay ciertas cosas que faltan, porque han aparecido cosas nuevas, ya que no es lo mismo correr en Santa Fe contra el río, o en Punta del Este contra el mar, que hacerlo acá en medio de una ciudad de cientos de años, y eso implica que hay ciertas medidas nuevas que han aparecido que no estaban tomadas en cuenta”.
Me alegra profundamente que se diesen cuenta de cosas… que no solo estaban a la vista, sino que señalé en ese momento ante una aparente miopía de quienes debían por sus funciones advertirlo. Realmente no es lo mismo el microcentro que una avenida costanera… Cosas nuevas… ¿para quién? ¿quién no las tomó en cuenta? ¿Por qué razones si son tan evidentes?
Una postergación en función de profundizar análisis para que todo salga diez puntos… es otro error conceptual. Pues los análisis, si son bien hechos pueden aportar datos que demuestren la inconveniencia de realizar el evento en la traza propuesta. ¿Entonces? Re-postergar… o cambiar la traza… o… ¿Qué? La palabra que corresponde es suspender. El proceso: evaluar a fondo escuchando todas las voces. Incluso las de la justicia ante los reclamos de quienes pueden sentirse afectados.
¿Por qué mantener el interés en ese evento a todas vistas peligroso, y de consecuencias imprevisibles?
Aún cuando se protegiesen adecuadamente las vidas de las personas –las molestias son inevitables e innegables-, no hay garantía alguna de que los bienes, incluso aquellos declarados patrimonio histórico dentro de la traza propuesta, puedan permanecer sin daños. ¿Entonces, por qué?
¿Para hacer una carrera en un lugar inadecuado, existiendo lugares específicos? ¿Todavía no comprendieron la diferencia entre un KART con su pequeño peso y prestaciones, y un auto “de verdad” como un TC2000 lanzado a máxima velocidad?
Si desean hacer una fiesta popular en torno a autos de competición, ¿no es suficiente hacerlo a baja velocidad como frente al paso del DAKAR? ¿No sería mejor una exposición de autos de la misma categoría acompañados de sus pilotos, con firma de autógrafos y tiempo y espacio adecuados para compartir en paz y sin riesgos? Si la gente, nuestro pueblo, responde siempre con amor y en compañía de la familia… ¿Por qué ponerla en riesgo en las calles de la ciudad?
¿Por qué el capricho del obelisco, si hay tantas opciones más seguras en varios puntos de la costanera? ¿Necesitan un plano? Con gusto les puedo facilitar varios. Por favor…
Ojalá se pongan a la altura de las circunstancias, lejos de las presiones de dirigentes necesitados de sacar conejos de la galera, y cerca de la gente... sobre todo de su seguridad y sus derechos.
Luis A. Buccino
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