sábado, 12 de octubre de 2013

Máster de Pilotos… ¿sin Pechito López?




 Los que me conocen saben que aborrezco los circuitos callejeros, emparedados entre muretes y causantes de tantos accidentes, muchos de ellos graves, solo justificados por los políticos como “Grandes marcos”… en fin...

Como toda regla tiene su excepción, me parece excelente que una demostración hecha con Karts de alto nivel por los mejores pilotos de nuestro país y eventualmente algunos invitados bien laureados, se haga en un callejero como el planteado en nuestra ciudad de Buenos Aires. Baja velocidad, poco recorrido, se puede disfrutar sin riesgo desde la calle, y hasta casi diría que es la única carrera que no es imprescindible ver por T.V.

Mirando el listado de participantes no pude creer lo que veía: Falta Pechito López… un verdadero maestro en cualquier auto y categoría del mundo. No puede ser!

No quiero ser irrespetuoso con ningún participante, pero considero que Pecho sobrepasa largamente lo requerido para ser acreedor a esta invitación en particular.

Ignoro las razones de esta ausencia… tal vez lo invitaron y no puede asistir por otro compromiso… pero la verdad, es que en casos así, no hay excusa para que uno de los pilotos más calificados y aguerridos falte a este compromiso.

Espero que se corrija esta inmensa ausencia.

Los RBR... ¿más "terráqueos?



Muchas veces a lo largo de estos años de analizar y opinar sobre el automovilismo deportivo, me he planteado el sentido práctico de ello. ¿Sirve para algo, modifica de manera alguna lo que se ve y eventualmente se critica?

Hace varias carreras que observando la inmensa diferencia tecnológica entre los Red Bull y el resto de los autos de la Fórmula Uno, le expresé en privado a Fernando Tornello, que los RBR eran de otro planeta… y que dada la altísima calidad y desempeño personal, Fernando Alonso era “de otra Galaxia”… cosa que luego comentó al aire. Expresiones personales, preferencias… análisis y miradas de la realidad de una categoría que he seguido desde niño.

En la misma semana analizando las características públicas y conocidas de los desarrollos aerodinámicos de Red Bull versus los de Ferrari, comprendí al ver ciertos elementos, que RBR está muy por delante… por decirlo de manera simple utilizan y resuelven con un campo más que sus competidores.
Con la idea del dominio abrumador en la cabeza, y luego de los comentarios de Minardi, publiqué la nota anterior de este Blog, absolutamente convencido de haber descubierto uno de los factores que estaban permitiendo obtener una diferencia de rendimiento sideral por parte de RBR, utilizando el sistema de carga del KERS para obtener un pseudo control de tracción utilizando mucha picardía y lo que creo es una brecha en el reglamento.
Me llamó la atención que las lecturas de esa nota se disparasen a niveles nunca vistos, llegando a Europa y generando diversos comentarios en las redes sociales.

Fuera de esto, lo que de alguna manera comienza a “cerrar” en esta historia, es que luego de esta nota, los RBR han vuelto a ser mas “terrestres”… más normales. Si bien con el dominio que los caracteriza por el nivel de su ingeniería en estos años, ya no con diferencias tan notables que los hacen parecer a veces de otra categoría. ¿Casualidad?
Quedará en mi pensamiento que una vez desparramado el comentario y análisis sobre el “pseudo control de tracción”, optaron por dejarlo atrás.

La máxima nos ha dejado con los años historias de espionaje e intriga… teorías conspiratorias que con el tiempo se confirmaron, y otras que quedaron en la sospecha. Creo que ésta será una más. Si el resto de este año los RBR siguen estando a una distancia menor de sus rivales, al menos para mí, la respuesta es clara.

Lo lindo de la máxima: siempre hay algún creativo que saca un conejo de la galera, aprovecha intersticios y obtiene réditos en base a tecnología.

Lo feo: cuando se hace a espaldas de los demás.

Lo mejor: a la larga se sabe… y volviendo al comienzo de la nota, para eso sirve analizar y expresar.

sábado, 5 de octubre de 2013

RBR y su ¿control de tracción?



Leyendo las declaraciones de Fernando Alonso referidas al pobrísimo rendimiento de las cubiertas Pirelli me parece el momento oportuno para mencionar algo que vengo observando y que me lleva a una conclusión en parte sorprendente… al menos para muchos. 

Que los neumáticos Pirelli han aparecido para traer más problemas que ventajas, es algo innegable. No se requiere más que apelar a la memoria, ver y escuchar a los pilotos, y ser testigo de las estrategias y algunos desastres que ocurren cuando las gomas literalmente se deshacen en pocas vueltas.
Pirelli es, en mi opinión, el peor recurso que podían haber elegido para proveer a los autos de la máxima. Lo es en las calles (mi opinión personal y la de otros que reciben en Argentina autos de fábrica con esas cubieras, que se desbandan y han provocado accidentes), y mirando la historia, lo ha sido luego de la salida de las otras dos grandes marcas que fueron proveedoras.

Pero la culpa no es del chancho sino del que le da de comer. Y en este caso, se eligió a este proveedor ante el retiro de los anteriores. Si estos se retiraron porque no les cerraba el negocio, por falta de rentabilidad económica o publicitaria, es algo que me excede. Lo que no me excede, es saber que la calidad que antes se tenía no tiene nada que ver con la actual.
Si agregamos el condimento de la búsqueda de alterar los resultados lógicos forzando estrategias de múltiples paradas, entramos en otro aspecto lamentable de la mirada actual sobre la categoría.
En lo personal, querría autos con goma dura, que no requiriese cambiarse durante toda la carrera, carga plena de combustible… y que gane el mejor. Eso es deporte puro. Lo demás, son apenas “entretenimientos” con la idea de crear una expectativa sobre resultados que no se ajusten al rendimiento y calidad de los autos y/o pilotos, sino a la suerte. De vez en cuando sucede… y es lamentable.

De cualquier manera, en promedio gana el mejor, o el que mejor adapta su auto al tipo de neumático. Y vale mencionar esto pues la referencia hecha desde la dirección de Pirelli al RBR de Vettel y su rendimiento con las mencionadas cubiertas, introduce un tema que estoy seguro “estallará” en algún momento a futuro. Y es algo que ya a comenzado a sobresalir y mostrar pistas que están llamando la atención.
Como dice Alonso, estas cubiertas no permiten ni siquiera aplicar toda la potencia, pues se destruirían en una vuelta.

Ha sido llamativo verlo a Vettel saliendo a fondo de las curvas de múltiples circuitos, casi sin manejar, casi sin modular… como si fuese un excalectric, y además con prestaciones similares a la época en que se permitía y utilizaba el control de tracción. Los comentarios de Minardi días atrás, me hicieron atar cabos, y tengo plena convicción de algo: RBR está utilizando un recurso bastante equivalente al antiguo y prohibido control de tracción.
Podemos recordar sin esfuerzo los daños (curiosos) en el auto de Webber, e incluso algunos comentarios por la radio a Vettel. Roturas que se producen típicamente cuando se frena el tren trasero en tracción, me llamaron la atención. Hoy esos motores y cajas no se rompen así como así.

Mi teoría, cosa que espero se confirme con el tiempo, es que RBR está utilizando indebidamente el mecanismo que obtiene la energía para el KERS, como freno dinámico del motor-tracción. Esto reduce la potencia transmitida al piso (de manera voluntaria o automática si se desea), y funciona de hecho como un pseudo control de tracción.
De manera simplificada: al frenar, se habilita la absorción eléctrica de par motor sobre el eje trasero, cuya energía carga la batería del KERS para ser utilizada después “en demanda”. Esto es porque durante la frenada, la pérdida de energía se transforma en calor o electricidad, y de paso al freno mecánico se lo ayuda con un freno eléctrico (modo generador) sumado a la frenada normal, y sirve luego para un bien mayor: devolver la energía adicional que se utiliza a voluntad aplicada al KERS.
Si de manera intencional se habilita la absorción de energía eléctrica sobre el tren trasero en algún momento, pero sin tocar el freno, lo que se obtiene es menor transferencia de potencia al piso. Esta potencia "se queda en el generador". Es inmediato, controlable, y de hecho es una picardía utilizando un “bache” en el reglamento. Creo firmemente que RBR lo está utilizando sin decirlo, por eso han tenido roturas (el resto de la transmisión no está pensada para soportar estar acelerando y “frenando” al mismo tiempo), y sus colegas lo descubrirán tarde o temprano.

Si algo hay que preguntarle a Vettel y a RBR, no es si las Pirelli soportan el uso y máxima transferencia de potencia al piso. La pregunta es a quién se le ocurrió el recurso. Porque es creativo, si bien tramposo. Lástima. Con semejante auto, no necesitaban recursos espúreos para ganar, si bien seguramente de manera no tan aplastante.

Como he dicho varias veces este año, el RBR es un auto de otro mundo… de otra categoría… de otro reglamento.

martes, 28 de mayo de 2013

Mónaco: ¿Aprovechar o aprovecharse?

Mónaco: ¿Aprovechar o aprovecharse?

La Fórmula Uno ha sido siempre la máxima expresión de la capacidad técnica y conductiva sobre autos de carrera. También de la “picardía” para aprovechar pequeños detalles o intersticios reglamentarios transformándolos en ventaja, y lamentablemente también hemos visto falta de códigos deportivos, espionaje, sabotaje, y sacadas de pista intencionales para obtener algún tipo de ventaja o perjudicar a pilotos y equipos.
En este particular escenario, lo más grosero pareciera haber quedado atrás… pero siempre hay sorpresas.

Nadie puede dudar a estas alturas sobre la capacidad de Ross Brawn como ingeniero y estratega. Demasiados títulos y logros en su haber hacen innecesarios comentarios detallados. Siempre ha sido capaz de encontrar el intersticio, lo que los demás no ven a tiempo, y aprovecharlo en el momento preciso.
Me preguntaba genuinamente en estos últimos días, qué habría visto y aprovechado para sacar ventaja en clasificaciones, que los otros equipos no tuviesen en su haber. Honestamente no me daba cuenta, y me sorprendía que Ferrari Y RBR estuviesen en desventaja. ¿Qué tendría que los demás, no?
El comunicado de la FIA sobre las pruebas realizadas por Pirelli y Mercedes me dio la respuesta: El conocimiento preciso para sacar mayor provecho del neumático que este año ha generado más problemas que beneficios reales. Una ventaja deportiva… antideportiva.
Convalidar el resultado obtenido por Mercedes en estas condiciones, es realmente vergonzante. Un grave error de la FIA... y una vergüenza para Mercedes, que sabiendo perfectamente que obtenía una ventaja sobre los demás, lo usufructuó sin inmutarse.

Falta transparencia. La reiterada queja de RBR que no encontraba el punto justo con los neumáticos, me sonaba de una manera negativa... el llanto de quien no hace bien su trabajo. A la luz de las pruebas realizadas por Mercedes, esto toma otro cariz. Es una estafa a la buena fe de la que Mónaco ha sido escenario.

Pero no solo de lo tecnológico se trata. Sobre los pilotos hay más.

En una carrera históricamente chata, solo matizada por roturas ante un circuito absolutamente inadecuado para la categoría… bajo la excusa del “glamour” se termina apreciando momentos de la competencia en que algún piloto sobresale del resto con algún sobrepaso “imposible”.
Tal es el caso del Mexicano “Checo” Pérez. Mucho comentario, casi admiración… por un piloto inmaduro que utiliza la irresponsable estrategia de tirarle el auto encima a cualquiera que tenga la responsabilidad de mantenerse en pista, cosas que perder, etc. Es tan viejo como la participación de jovencitos en cualquier categoría. Irresponsables, siempre al límite del accidente, y demasiado frecuentemente sobrepasando ya no autos sino los límites. Golpes a competidores, sobrepasos obtenidos en base a tirarse por donde no hay espacio y generar que el otro se corra, y como pasó con Alonso, por esquivarlos ser luego obligados a cederles el puesto. El golpe con Kimi no es más que otro exceso. Un auto que se tiraba excedido a pasar por donde no se puede, y un golpe inevitable. Kimi debía haber frenado, esquivado y pasado por sobre la chicana para no ser golpeado.
“Checo” no es para nada un piloto seguro, o al menos maduro. Le falta mucho, sobre todo, respeto por los demás, y en segunda instancia por su propio equipo. Es hoy apenas un piloto expectáculo… que brilló en un escenario en que los demás intentaban terminar, mientras él aprovechaba en su favor los resguardos que otros tomaban para mantenerse en pista. Un papelón, por más que se intentase mostrarlo como un brillante protagonista.

En contraste con esto, Adrián Sutil se mostró en el punto justo. Creo que realmente fue el que mejor interpretó a este Mónaco en función del auto con el que contaba. Limpio, arriesgado dentro de lo aceptable, y obteniendo sobrepasos destacables. Lo mejor de esta fecha.

Volviendo al título de esta nota, ¿Aprovechar o aprovecharse?, creo que Sutil aprovechó como nadie su auto y capacidad personal, mientras que Mercedes se aprovechó de una ventaja obtenida de manera que puede eventualmente ser legal (no lo parece), pero absolutamente antideportiva. Esta no es la Fórmula Uno que personalmente disfruto.

martes, 1 de enero de 2013

El piloto-deportista es más que el auto… o a la inversa?



El piloto-deportista es más que el auto… o a la inversa? Y el deporte?

Prácticamente desde la cuna escuché decir a mi padre, amante del deporte motor, la siguiente frase: “Fulano camina más que el auto”, en obvia referencia a alguna de las glorias consagradas o en proceso de serlo en aquellos días.
Las historias de los Gálvez y Fangio se entretejían con otras figuras del TC mientras de la mano de mi padre miraba pasar cupecitas a la vera de una ruta. Luego, allá por 1968 me deslumbraba con el primer auto de mi viejo, mientras “il matto” Pairetti ganaba con el trueno naranja aquel histórico campeonato… las nuevas tecnologías marcaban que los desarrollos tecnológicos habían llegado al país hacía rato, y que un puñado de ingenieros inolvidables nos brindarían las herramientas protagonistas de espectáculos y emociones que llegan hasta nuestros días.
Para una mente juvenil como la mía, era fuente de sueños ver en esa época el Berta LR compitiendo en la temporada internacional en nuestro autódromo, los desarrollos del Ing. Pronello con el prototipo Ford, luego imbatible como “Trueno Naranja”… en esos años esperaba ansioso la llegada al Kiosco de la revista “Parabrisas Corsa”, y la radio Spika no se alejaba de mi oído en cuanto programa automovilístico salía al aire…

Y siempre estaba en boca de mi padre y luego en la mía la famosa frase: “Corre más que el auto”…
De la mano de la adolescencia llegaron mis primeras metidas de mano en la carburación, tocaditas de múltiple y pequeñeces que hacían que el auto “del viejo” caminara un poco más que sus hermanos… y él, feliz… cumpliendo su propio sueño de “caminar más que…” Hasta que el que manejaba era yo mismo, autos propios y de amigos “tuercas” con los que compartíamos los mismos sueños.

Pero volvamos al presente.
Creo que jamás como en este año-temporada 2012 pensé tanto en el tema.

En fórmula uno, Alonso volvió a demostrar que es lejos el mejor piloto de la actualidad, encabezando un podio que probablemente tiene a Hamilton y Vettel en escaños inferiores… lejos en mi opinión.
Sin embargo, semejante supremacía y ausencia absoluta de errores de manejo por su parte no fueron suficientes. El RBR en manos de Vettel, más los puntos que con el mismo auto pudo “restarle” Webber a los del Cavallino, fueron suficientes para demostrar que “andar más que el auto” no era suficiente para obtener la corona. Es necesario el mejor auto para superar al mejor piloto. Al menos en este caso.

En nuestro TC, los caprichos reglamentarios de Aventín demostraron que no solo es capaz de hacer lo que se le cante y mantener su decisión, sino que la misma era darle el campeonato a Ford… y si la corona la podía calzar “Junior”, mejor. Más allá del hecho anecdótico, el resultado reafirma la estadística con un caso matizado ya no por la libre competencia tecnológica, sino por una clara ventaja antideportiva… porque no se me ocurre otra definición a otorgarle a una marca 30 Hp de más que al resto, en una categoría con motores relativamente “flacos”. El fin de año debiera haber desdoblado la corona en dos: Ford y el resto. Curiosamente, los mejores pilotos de la Argentina, no pudieron campeonar en TC. Esto no implica menospreciar al piloto que obtuvo la corona. Solo apuntar que fue el mejor Ford, mientras el resto corría en otra categoría.

Evidentemente la suma piloto-auto hoy da un resultado que depende más de la tecnología mecánica que de la destreza humana. Es muy difícil comparar pilotos salvo cuando manejan un mismo auto, o cuando se miran sus errores y antecedentes históricos, evolución, conductas deportivas, etc.

Lo único que me queda muy claro, es que si los reglamentos por un lado, y las sanciones deportivas por el otro, no se manejan con equidad, el resultado final de cada carrera, y el logro final de una corona o copa, está en manos ya no del piloto-deportista, sino de gente que puede tener ya no al deporte en mente sino otro tipo de consideraciones. Es entonces cuando me pregunto si el automovilismo como deporte no estará muriendo. Al menos en nuestro país, pareciera que sí. Esto no implica de manera alguna que cualquier actividad no deba ser rentable… solo que si lo llamamos deporte, las condiciones deben ser las mismas para todos. Tal vez por eso, algunos ya no consideran al automovilismo como tal. Una lástima. Al menos no es eso en lo que se pensaba cuando decíamos “corre más que el auto”.